Mentiras

Correr es, para los corredores, algo trascendental, místico, especial, mágico. Acabo de escuchar por la televisión (La Sexta) una sarta de mentiras. Lo más grave es que las declaraciones fueron de un médico, afirmando que correr ocasiona lesiones al 70% de sus practicantes y que la mayoría de los problemas surgen en las rodillas. Es cierto que correr puede ocasionar lesiones, pero los corredores sabemos como protegernos bien de ellas, estirando antes y después del ejercicio, con dietas que incluyan el atún para proteger los cartílagos, utilizando plantillas y otros cuidados que requieren esmeros. Hace unos meses escuché que una "prestigiosa" revista científica, estadounidense como no podía ser de otra manera, confirmaba supuestamente que correr una hora producía estrés, en un experimente hecho con ratas. Lo que no se aclara es que las ratas, seguramente, corrieron durante las pruebas al máximo rendimiento, es decir aproximadamente al 100%, cuando ni siquiera los atletas profesionales corren a tope todo el tiempo. El entrenamiento supone ciclos de intensidad y de calidad a ritmos y distancias diversos para procurar la recuperación del organismo. Estoy cansado de escuchar mentiras sobre los perjuicios que supone correr, pero nadie cuenta sobre sus beneficios para la salud física y mental, y éso es lo más importante. Las mentiras, ya estamos acostumbrados, provienen de las compañías operadoras de telefonía, de los bancos, de las empresas de electricidad y gas, de los contratos de los (in)seguros, de los bancos, de los políticos de todos los signos y de los gobiernos de todas las tendencias. La verdad se oculta con vergüenza.